domingo, 30 de mayo de 2010

Croquetas de espinacas y jamón

Buenas!!!

El jueves para cenar hice croquetas. Tenía espinacas salteaditas de la noche anterior, y esas que habían sobrado no las iba a tirar. Pero no llegaban ni para un plato, así que me acordé de haber leído en un blog una receta de croquetas de espinacas - no recuerdo cuál era ni cómo era la receta -, así que me animé a hacerlas.


No son nada difíciles de preparar. Lo único que tendré en cuenta para la próxima vez es hacer la masa unas horas antes porque luego tuve que esperarme que se enfriara para poder hacer la forma de las croquetas y cenamos bastante tarde, jeje.

Vamos al lío! Yo las hice con:

- Algo menos de un plato de espinacas ya cocinadas, como unos 100 gr (para cocinarlas, yo las hago salteándolas en una sartén con unas gotitas de aceite de oliva a fuego no muy fuerte, se van haciendo poco a poco y soltando agua. Casi al final, echas unas pasas y que se hinchen un poquito con las espinacas)
- Un puñadito de taquitos de jamón serrano picados muy pequeñitos (como unos 35gr)
- Un vaso de leche
- Dos cucharadas de harina
- Optativo: una pizca de sal
- Pan rallado

Pues como tenía las espinacas ya hechas del día anterior, que venían con unas pasitas, me ahorré ese paso. Si no tenéis "restos de serie" podéis cocinarlas en el mismo momento, bien cocidas y escurridas, o bien salteadas en una sartén, que es cómo más me gustan porque no pierden tanto sabor. La verdura cocida en agua siempre me ha parecido un desperdicio: a mi me gusta que sepa a verdura, así que la hago siempre o al vapor o salteada. Al menos, si se hace cocida... guardad el agua de cocerla para un guiso de arroz porque en esa agua hay la mitad de los nutrientes y el sabor de la verdura. Que lástima que se tire eso por el fregadero muchas veces! (al menos, el que tenga plantas que las riegue con esa agua... hay mil usos pero no la desperdiciéis!!!)

Siguiendo con la receta, pues es muy sencillo: se pone a saltear en una sartén grandecita los taquitos de jamón, hasta que queden "hechos", es decir, que les cambie el color. A continuación, se echan las espinacas bien escurridas - en mi caso llevaban ya incorporadas unas pasitas -. Si queréis añadirles pasas, ahora es el momento. 

Se le da unas vueltecitas al conjunto y seguidamente se echan  las dos cucharadas de harina y se remueve con cuidado, hasta que la harina esté entremezclada con las espinacas y se tueste un poco (no queremos que sepa a harina cruda).

En ese punto, echamos el vaso de leche y removemos con cuidado. Cuando empiece a hervir, bajamos el fuego, pero que siga hirviendo suave y dejamos que espese la bechamel. Si queréis ponerle un poquito de sal,  adelante. Yo no le puse porque ya tenía las espinacas con su sal del día anterior y además la receta lleva jamón, que aporta ya un buen sabor y lo sala.



Cuando esté listo, apartamos del fuego y lo dejamos enfriar para poder darle la forma a las croquetas. 

Si lo llego a saber, las hago por la tarde y meto la masa en la nevera sus buenas dos o tres horas. Me quedó la bechamel espesa, pero no tanto como debería, así que tuve que poner el bol en el congelador porque aún a temperatura ambiente no podia formar bien las bolitas. Estuvo casi una hora en el congelador y luego si que se podía dar bien la forma, aunque no estaba congelado sino "a punto de" entrar en estado de congelación. Ese es el punto.

Pues queda lo fácil: se hacen con las manos las formas de croqueta, cogiendo un poquito de masa cada vez, se rebozan con pan rallado y se fríen a fuego tirando a fuerte (el 7 en mi vitrocerámica, que llega hasta el 9). Hay gente que hace el rebozado con huevo y pan rallado, o con tres capas alternadas de pan-huevo-pan, pero estas me aguantaron muy bien con una sola capa de pan rallado, y creo que al ser más fino el rebozado, se aprecia mejor el sabor del relleno y no queda tanto sabor a "frito".
Salieron unas 16 croquetas (ya no sé exactamente, porque voló alguna mientras hacía la foto)

Ah! y cuando las comimos, calentitas, no estaban en absoluto frías por dentro. Aunque la masa estaba casi congelada, al freírlas se calientan perfectamente. Y no veáis cómo estaban de ricas... mmmm... Como dato, mi pareja se comió como 9 croquetas mientras yo hacía foto a mi plato... y eso que odia las espinacas! jeje


2 comentarios:

  1. Que buenas!!!! Me animaré a hacerlas pero lo haré más a la catalana, con piñones y un poco de queso de untar en lugar de jamoncito... La verdad es que me comía ahora unas cuantas...

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  2. Qué buenas tienen que estar, a ver si me invitas a probarlas algún día, o mejor nó, por la distancia y por el (dichoso Acido Urico)pero sigue así, tienen muy buena pinta

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